"Una imagen vale más que mil palabras". Estamos acostumbrados a usar esta frase en muchas ocasiones cuando vemos acontecimientos en un periódico, en la televisión e incluso en nuestro dia a dia. Y esto es lo que yo pienso sobre las dos fotografías que
encabezan este texto.
La primera la recuerdo casi desde que tengo uso de razón, y cada vez que la miro me conmociona más.
No es solo una imagen o un retrato, es la realidad del miedo, la angustia y la sumisión, reflejados en el rostro de una niña de 12 años.
Ella es afgana y una más de los tantos refugiados de un pueblo de Pakistán tras haber sido bombardeado por los soviéticos.
Sharbat Gula es su nombre, que no se conocerá hasta 18 años después, en el 2002, cuando Steve McCurry, autor de la imagen, vuelve a Afganistán para saber que ha sido de "su niña", aquella que le consagró como reconocido fotógrafo mundialmente.
La imagen de esa niña se había convertido en un rostro de 30 años envejecido antes de tiempo, por la dureza de la vida que le había tocado sufrir.
Sin palabras...
Al margen de la historia de esta imagen que todos en algún momento de nuestra vida hemos visto, me gustaría recalcar la obra de Steve McCurry, que refleja los escenarios de las guerras, el rostro de la pobreza, la belleza de los países más marginales... y más....
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